Mi
Historia
Uno de mis sueños de infancia más preciados era colocar mi piano en lo alto de una montaña y plantarme allí como un pino, dedicando mi tiempo de todo corazón al piano, memorizando y componiendo el repertorio musical que necesitaba para mis conciertos. Durante los 32 años que viví en Austria, mi sueño fue sólo una fantasía infantil que nunca pudo convertirse en realidad.
Pero en 1980 descubrí la Sierra Tarahumara en las tierras altas del norte de México. Encontré un mundo completamente nuevo que despertó mi fascinación y fuerza de voluntad. En mis primeros encuentros, me motivé principalmente por mis esfuerzos musicológicos, documentando la música de los nativos Tarahumara (sinónimo de Rarámuri), pero gradualmente caí completamente bajo el hechizo del aura mágica de este pueblo único y las numerosas montañas y cañones que son su vasta patria ancestral.
Fue necesaria la guía divina y muchas coincidencias increíbles para encontrar mi estudio ideal, a casi 2.000 metros sobre el fondo del cañón, en lo que se llama “Rosorá a jué”, el Nido del Águila, desde donde disfruto de una vista de siete cadenas montañosas que se extienden hacia el infinito mientras ensayo en mi piano de cola Steinway.